sábado, 9 de abril de 2011

diario de un maestro

Hoy ha sido lunes. Me he tenido que quedar en el cole hasta las 5:45 p.m. como todos los lunes de exclusiva. Bueno, a veces me quedo hasta las 6 p.m. otras hasta las 5:30 p.m. aunque oficialmente nos tenemos que quedar hasta las 6 p.m. pero casi nadie lo hace. ¡Es tremendo! Casi nadie cumple el horario más que algunas maestras con vocación y decencia. Habrá miles de excusas: que si nos han bajado el sueldo, que si sufrimos mucho estrés, que si todo está mal, etc. pero la realidad es que nos tenemos que quedar y no nos quedamos. Hoy pude descansar porque no tuve que cuidar recreo. Tenía todo preparado y las clases me salieron relativamente bien. Salí relativamente contento. Las/os compañeras/os bien. En mi cole no hablamos mucho de los temas de actualidad. Por lo menos no he escuchado a nadie. Entre que estamos apurados haciendo fotocopias o comiendo rápido o tenemos recreo o que corregir no nos da tiempo para sentarnos unos cuantos y simplemente hablar de lo que está pasando. No analizamos la situación con una profundidad digna de un intelectual, ya que lo somos. Somos parte de la élite intelectual pero no nos sentimos así. Educar niños requeriría un alto grado de conocimiento de la realidad para así conectar ésta con la práctica diaria, con los niños, en mayor o menor medida y teniendo en cuenta su nivel. Pero eso no se hace salvo en honrosas excepciones, como mi amiga “El hada”, la llamaré, la mejor maestra “Ex aequo” con “La ninfa” y con “La Leona”. La primera es la que más conecta su práctica diaria a través de periódicos y lo hace, tiemblen, en Educación Infantil. A lo largo de unos cuantos años he asistido a unas cuantas charlas con maestros/as y he constatado el bajo nivel intelectual que poseemos. No nos interesan las cosas del mundo. Es terrible y tremendo. Sólo hablamos a bajo nivel, con las cosas que pasan: la crisis, la subida de los precios, la bajada de sueldos, cosas que nos afectan, pero nunca vamos  a la raíz misma del asunto: el sistema. Nadie se plantea eso ni por asomo. Ni por asomo ni por aproximación: no se habla de ideas políticas. Como élite intelectual somos un poco lamentables la verdad. Igual es la práctica diaria que nos empobrece. Nos empobrece en muchos aspectos ya que nos relacionamos con personitas. Vamos adaptando nuestros parámetros a los nenes y nos vamos olvidando de nuestras ideas, proyectos y habilidades sociales. Por eso hay tantos maestros deprimidos: involucionamos. Si bien creo que hay varias cosas inmutables en este mundo, valores universales, derechos naturales que deben ser transmitidos a nuestros queridos alumnos también creo que deberíamos estar en contacto con la realidad pura y dura, hablar sobre ella y no crear un mundo, que si bien es de colores pasteles y música celestial nos apartan a todos del mundo real.

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